sábado, 4 de septiembre de 2010

Dios, Nuestro Defensor



El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.
Salmo 62.6


He aquí una gran pregunta. ¿Qué está haciendo Dios cuando estás en un aprieto? ¿Y cuando en el bote salvavidas empieza a filtrarse el agua? ¿Y cuando la cuerda del paracaídas se rompe? ¿Y cuando el último centavo se acaba antes de pagar las cuentas? … Sé lo que estamos haciendo. Comiéndonos las uñas como si fuesen mazorca. Caminando de un lado para el otro. Tomando píldoras… Pero, ¿qué hace Dios?
Él pelea por nosotros. Entra en el cuadrilátero, nos sienta en nuestra esquina y se hace cargo del resto. «Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos» (Éxodo 14.14).
Su tarea es pelear. Nuestra tarea es confiar.
Solamente confiar. No dirigir. No cuestionar… Nuestra tarea es orar y esperar.

Lucado, M., & Gibbs, T. A. (2000). Gracia para todo momento (273). Nashville: Caribe-Betania Editores.

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