martes, 25 de enero de 2011

Cómo perder una amistad.



Para hacer y conservar amigos, evita los siguientes aplastadores de amistades.

• Celos. ¿Por qué envidiar los logros de un amigo? En cambio, ¡festéjalos!
• Chismes. Es el principio del subibaja. Tratas de levantarte diciendo cosas malas de los demás. Tarde o temprano serás tú el que termina desparramado en el suelo.
• Deslealtad. Tú dices que eres su amiga, pero la dejas a un lado cuando aparece alguien más interesante. La verdadera amistad sigue fiel en todo momento.
• Competencia. La amistad no es una carrera de competencia. Ustedes no son contrincantes. Los amigos se animan mutuamente.
• Negativismo. Si siempre te estás quejando, pronto tendrás que quejarte de que ya no tienes amigos.
• Comparaciones. Si te comparas con tus amigos y tratas de aparentar ser mejor de lo que eres, te estás buscando problemas innecesarios.
• Egoísmo. Tómate el tiempo para ocuparte de los intereses de tus amigos, no sólo los tuyos. Si todo lo que haces lo haces pensando exclusivamente en ti mismo, ahuyentarás a los demás.

McDowell, J. J.

"Tener un amigo es tener un tesoro"

lunes, 17 de enero de 2011

¿A dónde nos lleva la soberbia?



Romanos 12:3

Un pastor, un boy scout y un erudito en computación eran los únicos pasajeros de un pequeño avión que confrontó dificultades en medio de su vuelo. El piloto salió de la cabina y les avisó que el aparato estaba fallando y que se estaban precipitando a tierra. Después añadió: “Siento informarles que sólo tenemos tres paracaídas disponibles. Puesto que tengo esposa y tres hijos, voy a utilizar uno”. Tomando el primero, saltó al espacio.
El erudito en computación aseguró: “Soy el hombre más inteligente del mundo y todos me necesitan”. Así que tomó otro y se precipitó al vacío.
El pastor y el joven se quedaron mirando. Enseguida, el primero dijo con una triste sonrisa: “Usted es muy joven todavía y yo ya he vivido una vida plena. Tome el otro y yo me quedaré en el avión”.
El joven le respondió: “No se preocupe señor pastor, el hombre más inteligente del mundo brincó con mi mochila en vez de usar la del paracaídas”.
Aquel soberbio tenía más alto concepto de sí mismo que el que debía tener.

martes, 11 de enero de 2011

Toda nuestra ansiedad



1 PEDRO 5.6, 7
¿No es interesante que la afirmación de que Satanás anda rondando como león rugiente, esté en un pasaje sobre los pensamientos de ansiedad? La preocupación puede sentirse como un ataque: somos despedazados interiormente por los temores, la frustración y el desaliento. La ansiedad es un sentimiento atormentador, y el diablo la maneja muy bien.

No tenemos que vivir con ansiedad, porque el Señor cierra la boca de los leones que amenazan a sus seguidores (Dn 6.22). Pedro explicó cómo liberarnos de la ansiedad. Primero, humillándonos ante Dios. Lo que causa la angustia es una sensación de impotencia en una situación dada, y por eso la mejor respuesta es rendirse a Dios —someterse al Señor con la confianza de que él tiene el poder de controlar su vida. Debemos tener presente que Dios siempre dispone las circunstancias para el bien de usted y la gloria de él (Ro 8.28).

Recuerde que la oración es una declaración de dependencia. Cuando nos humillamos, estamos de rodillas ante Dios todopoderoso. Nada es difícil para su poder, lo cual nos lleva al segundo paso: expresar al Señor nuestros problemas y luego confiar en que él se ocupará de ellos. él asume la responsabilidad de atender todas nuestras necesidades (Mt 6.31, 32). A usted le corresponde dar prioridad a Dios obedeciéndolo y viviendo de manera justa (v. 33).

Y tercero, resistir a Satanás manteniéndose firme en la fe. Es decir, no arranque esas preocupaciones de las manos de Dios para angustiarse por ellas otra vez. Cuando los métodos del diablo le hagan temblar de ansiedad, rechace su mentira y afirme que el Señor es suficiente para manejar la situación.

Charles Stanley.