viernes, 12 de febrero de 2010

La toma de decisiones a la manera de Dios


Leer | Salmo 119.103-105

¿Alguna vez ha elegido usted un camino determinado, sólo para lamentar más tarde la decisión que tomó? La vida consiste en una serie de decisiones, algunas tan pequeñas como qué comer en la cena, y otras que tienen un impacto eterno.

Enfrentar encrucijadas puede parecer apabullante, pero la Biblia contiene normas para darnos confianza y dirección. Por tanto, cuando las decisiones son inminentes, debemos tener en cuenta lo siguiente:

Primero, Dios promete sabiduría a sus hijos que pidan con fe (Stg 1.5, 6). Su Espíritu también habita en los creyentes, y está disponible para dar orientación. Muchos cristianos tratan de sopesar los pros y los contras sin ayuda, perdiendo así la magnífica ayuda del Dios omnisciente.

Segundo, debemos ahondar en la Biblia, pidiendo a Dios que abra nuestros ojos a su verdad y voluntad. El Señor promete que su Palabra nunca volverá vacía (Is 55.11). Y si memorizamos y meditamos en las Escrituras, Él traerá la verdad a nuestras mentes en el momento preciso.

En tercer lugar, es sabio estar conscientes de nuestro estado mental cuando tengamos que hacer algo. Tomamos decisiones imprudentes cuando tenemos hambre, enojo, soledad y cansancio. Vale la pena esperar un momento mejor al considerar las opciones.

Nuestras decisiones determinan nuestra dirección; por tanto, piense bien en cómo toma sus decisiones. La Biblia dice con claridad que vemos oscuramente (1 Co 13.12), sólo Dios ve "el panorama completo". Es vital, por lo tanto, confiar en la sabiduría, verdad y dirección que viene del Espíritu Santo cada vez que tengamos que tomar una decisión.

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